De oscuro y compartimentado a espacioso y lleno de luz. Una distribución moderna pensada para evolucionar convierte a este piso del madrileño barrio de Argüelles, en un edificio de Secundino Zuazo, en una casa palaciega de nuestros días gracias Estudio Boira.
«Crear una envolvente sosegada, atemporal y luminosa”. Es el reto logrado por Rocío Anós y Berta Otero, arquitectas fundadoras de Estudio Boira.
Con 308m2 intervenimos el inmueble en su totalidad, desde las instalaciones de climatización e iluminación controlados por domótica. Acabados de calidades altas con pavimentos de madera y molduras que recorren toda la vivienda como elemento conductor a lo largo de carpinterías, paredes y techos. Cornisas, zócalos, rematan en forma de detalles este piso cargado de luz que antes fue una oficina super compartimentada.
Con cerramientos de cristal, que dejan pasar la luz entre estancias y comunican usos.
Como anécdota el diseño contaba con dos cocinas, una de ellas una auténtica cocina para chef, conectada con el salón y recibidor, sobre la que todo acaba girando.
Con un aire que mezcla lo palaciego con acabados nórdicos, como piedras naturales y lamas de roble colocadas en punta Hungría.
Proyecto: Estudio Boira
Fotografía: Belén Imaz
Estilismo: Beatriz Torelló













